Teresa ha sido, junto con su esposo José, pionera en el conocimiento y una mayor valoración del patrimonio artístico religioso de Bolivia. Desde su especialidad, con una capacidad extraordinaria de trabajo y de entrega, y también con una absoluta honradez intelectual, ha dedicado toda su actividad profesional a descubrir y estudiar materiales artísticos de todo el territorio boliviano, a esclarecer aspectos de su origen, estilo y peculiaridades.
Junto con esta labor gigante, ha sabido también inspirar y alentar el trabajo de investigadores, dentro y fuera del país, por lo que la comunidad científica nacional e internacional también ha sabido reconocer, de muchas maneras y en muchas ocasiones, su sabiduría y su generosidad.
Los aportes que brindó al servicio de un mejor conocimiento del arte religioso de Bolivia no se limitó a un período, el Barroco, sino que abarcó desde expresiones populares hasta manifestaciones neoclásicas, neogóticas y posteriores.
La Iglesia boliviana, que siempre le estará agradecida, anima a sus agentes pastorales a seguir su impulso de proteger y valorar el patrimonio legado por las generaciones que nos han precedido, y alienta a los jóvenes investigadores a seguir las lúcidas huellas de su paso entre nosotros.
Dios la tenga en su gloria.
OFICINA DE PRENSA
CONFERENCIA EPISCOPAL BOLIVIANA
La Paz, 20 de febrero de 2018
