La humanidad está enferma, todos estamos discapacitados pero a algunos se nos nota, como dijo una religiosa con cierta discapacidad, dijo P. José Fuentes, Secretario General Adjunto de la CEB.
El pecado es un engaño, nos ha engañado el demonio, la serpiente, presentándose como amigo y al final no ni amigo ni cumple ninguna promesa.
El ser humano es un animal de deseos que no se sacia nunca. El ser humano tenía de todo, pero se obsesionó con el único fruto prohibido. Creo que todos nos podemos reconocer en esto. La desobediencia no le trajo la felicidad que buscaba, porque ya la tenía. Más bien la perdió. Esto cambió su mirada que se llenó de malicia, esto también le hizo perder la comunión con Dios, se escondió de Dios. Esta historia tan bellamente contada es la que se repite cada vez en nuestras vidas.
La avaricia, la codicia y el orgullo nuestros entran en conflicto con la voluntad de Dios.
El ser humano está hecho para escuchar y obedecer la Palabra de Dios y ahí está su felicidad, aseguró P. José Fuentes.
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