miércoles, 20 de junio de 2018

Los colaboradores de la CEB ANTE EL Vº Congreso Americano Misionero



Se acerca el V Congreso Americano Misionero y, nuestra Iglesia en Bolivia, será anfitriona del acontecimiento. Será una gran reflexión sobre el ser misionero de la Iglesia, tan necesario en estos tiempos. Tendremos la oportunidad de escuchar a grandes conferencistas que abordarán el tema con gran profundidad, podremos dialogar sobre los desafíos de la Nueva Evangelización que tenemos como Iglesia, llegaremos a conclusiones que impulsarán el caminar de la Iglesia en América y, sin duda, recibiremos mucha luz para orientar nuestra actividad pastoral en los próximos años.
Los colaboradores de la CEB somos los impulsores de la Misión Permanente en la Iglesia en Bolivia y debemos ser, junto a todos los demás, anfitriones del evento que haga que todos los participantes se sientan en casa y que el Congreso cumpla sus objetivos y sea un éxito.
Si todos los miembros de la Iglesia en Bolivia debemos entregarnos con dedicación a este acontecimiento, cuánto más los que somos en la Iglesia en Bolivia animadores de la Misión Permanente a nivel nacional.
La primera actitud que se nos pide es la participación. No podemos estar ausentes de este acontecimiento espiritual.
El Congreso debe ser un Nuevo Pentecostés para la Iglesia en América. Ya, desde ahora, tenemos que estar pidiendo la presencia renovadora del Espíritu Santo. Sin Espíritu Santo no puede haber un verdadero envío a la misión, por más reflexiones que hagamos. La misión es fruto del envío de Cristo y la fuerza del Espíritu Santo y no es el fruto de las decisiones humanas.
Nosotros debemos mostrar el rostro de una Iglesia acogedora y hospitalaria en el Congreso. Las actitudes que deben movernos son la capacidad de acogida y escucha de los participantes, mostrando una Iglesia capaz de ser anfitriona de este magno evento.
Debemos ser un grupo, más aún, una comunidad capaz de sacrificarse en el trabajo por los demás. No escoger el trabajo más cómodo y descomprometido sino el que vemos necesario y que corresponde con el don que Dios nos ha dado.
Los colaboradores de la CEB debemos estar disponibles para lo que se nos pida con verdadero espíritu de servicio ante el trabajo que sea necesario.
Ya, desde ahora, tenemos que tomar conciencia de la importancia de este acontecimiento eclesial y ponernos todos al servicio de la organización, para que seamos la Iglesia que Cristo quiere.
Somos misioneros, lo que quiere decir que hemos de vivir nuestra vida en modo misión, como quien sabe que tiene un fin importante en la vida, un quehacer que da sentido a la vida y un para qué que mueve la vida.
Nuestro sentido es Cristo, nuestro fin es Él y Quien mueve nuestra vida y nuestras decisiones es El. Eso es ser misionero.
El V CAM deberá ayudarnos a todos a lograr en nuestra Iglesia que cada vez más personas se encuentren con El y le conozcan como el sentido pleno de la vida.
Ojalá que nosotros seamos, con nuestro trabajo, disponibilidad y espíritu de servicio quienes hacemos transparente a Aquel que nos ha llenado de vida y es la plenitud de todo lo que vivimos.
Feliz preparación del V CAM. Que este tiempo nos renueve también a nosotros

P. José Fuentes Cano
Secretario General Adjunto
Conferencia Episcopal Boliviana

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