Dentro de esta vivencia espiritual se resaltó la experiencia de salir en misión a diferentes lugares de la ciudad de La Paz, como ser asilo de ancianos, centros de personas no videntes, el mercado Lanza y calle Comercio, entre otros.
La riqueza de este retiro, según algunos colaboradores pastorales, fue el poder salir a escuchar y hablar con la gente de fuera, sean estos católicos o no.
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